



A finales de los sesenta y principios de la década de los años setenta nace el "Comediscos". Fue todo un fénomeno entre los jóvenes de la época, y es que aquello era increí ble, el no va más: Un aparato de plástico que se colgaba en bandolera con una ranura lateral por donde introducías los singles pues no se podían oir L.P´s. Vamos, el precusor del Walkman.
¡Fue un objeto de lo más popular y kistch!, y elemento idespensable en fiestas y guateques. Tener uno de esos era un auténtico lujazo, era ,desde luego una señal de estatus. En lo que a mí respecta, cada año me lo pedía para Reyes y cumpleaños con toda mi paciencia y cada año comprobaba con estoicismo que se lo traían a todas mis amigas menos a mí. Así fue: Me quedé con las ganas. Y ahora veo que mis hijos con 10 años tienen MP4. Eran otros tiempos, desde luego.
En el Comediscos, escuchábamos la música que sonaba en aquellos años: Los Brincos, Los Pekenikes, Los Sirex, Los Ángeles, Los Buenos, algo de The Beatles y Sandy Shaw, lo más «in» del momento. Sobre todo escuchábamos aquellos discos de Fundador, mirinda, Cerveza El Aguila, etc.
Siempre estaba el amigo o amiga que tenía la mejor colección de discos de 45 revoluciones por minuto (todos metidos en un álbum de plástico con hojas trasparentes) éste siempre era el que manejaba el Comediscos. Lo que yo más recuerdo era cuando algunas niñas lo llevaban al colegio y lo bajaban al recreo.